viernes, 4 de octubre de 2013

Desvelados.

¡Que caray!

Estar así nomas, desvelado de a gratis, pos eso no es de Dios, la verdad.

Y es que de saber que no tengo nada de que preocuparme en las próximas horas a lo mejor me daría un mejor resultado para dormir, pero no.

Aquí me tienes, esperando que los primero garrobos salgan a tostarse con el sol, quizá el café, quizá los panuchos, que se yo.

Y es que no soy mucho de desvelarme, nomas asi por que si, es decir, a veces quisiera que mi desvelo sirviera para algo, no se, como descubrir una nueva formula para calcular la velocidad de las lagartijas que se mecen en las paredes, o a lo mejor calcular el próximo paso mortal de la iguana que se colgo de la barandilla y que asusto mucho a Bibi, pero no.

Mi desvelo solo sirve para sumergirme en pozos mediaticos, en solemnes conjuros, en olvidados pasadizos.


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